5° CONGRESO INTERNACIONAL DE LIFESTYLE MEDICINE

22, 23 Y 24 JUNIO 2025


S O B R E D O U L A

Cuando una mujer trae un bebé al mundo hay un parto que parte a la mujer-doncella para dar lugar a la mujer-madre.

Cuando un paciente transforma sus hábitos, transforma su identidad. Hay alguien que muere y alguien más que renace.

Cuando nuestro Movimiento dice que está aquí para transformar el paradigma de Salud, hay mucho que debe morir del paradigma actual para que el nuevo día pueda florecer.

La Doula es la que acompaña. La que acompaña las bienvenidas y las despedidas con todo lo que las muertes conllevan.

La Doula sirve cuando invita sus propias oscuridades, miedos y sombras, y se atreve a sentirlas y a integrarlas dentro de su definición de Salud. Dentro de su definición de Vida.

Los que componemos el Movimiento de Medicina de Estilo de Vida somos la Doula. La que acompaña la muerte de ideas, de instituciones, de hábitos y de identidades.

La que encarna también, su renacimiento. La Doula confía en los procesos más sabios y antiguos de la humanidad. Sus intervenciones se alinean siempre a la intuición de que lo más básico de la vida -nutrición, movimiento, descanso, conexión- es lo que permite los renacimientos. 

¿Qué tienes pendiente de doler?

Las pérdidas de aquello que amas.
El estado actual de las enfermedades crónicas que se espejean en el estado actual de la salud social y medioambiental.
Las expectativas que no se te cumplieron.
Estos duelos no son solo tuyos. Son nuestros.

La Doula es la que sostiene el espacio cuando dices: “no puedo”, haciendo el “no puedo” parte del proceso mismo.

¿Qué vas a dejar morir de tu identidad como profesional para re-inventar tus modelos y formas? ¿Qué vamos a hacer como colectivo para acompañar la resignificación del ecosistema de Salud? ¿Cómo vamos a arriesgarnos a muerte al matar el estatus-quo que nos permite sobrevivir, pero no vivir?

Ven.

Este es un ritual de tribu, un rito de iniciación.

Tal y como lo hemos hecho por milenios.

Atravesamos juntos los umbrales y nos susurramos al oído:

Vive. Vive. Vive.